Observar,
visionar, promover el contacto entre el equipo, gestionar redes, tener coraje y
perseverancia, son algunas de las características que debe poseer quien
encabece empresas que apuestan por lo nuevo. No es fácil, sobre todo porque no
todas las organizaciones están preparadas para innovar.
George
Eastman, de Kodak, Steve Jobs, de Apple, y Henry Ford, de Ford Motor Company,
tienen en común haber estado detrás de innovaciones, aun cuando ellos
encarnaron estilos de liderazgo distintos. Levantaron empresas, armaron equipos
y generaron patrones de comportamiento que permitieron a estas compañías seguir
innovando, con mejor o peor suerte, más allá de la potente imagen y talento de
estos personajes.
El
inculcar una cultura de innovación dentro de una empresa no es sencillo. Y como
la esencia de esta clase de compañías es generar soluciones que mejoren
continuamente, se requiere de un líder con una serie de capacidades y
habilidades.
Características
que independientemente del rubro y tamaño de la empresa, no varía: observar
patrones de comportamiento, cuestionar lo establecido, experimentar, ser
realistas pero a la vez soñadores, defender ideas y proyectos, motivar a los
demás, construir cultura innovadora en las empresas y generar redes.
Comunicadores
y observadores
El líder
innato tiene que promover el contacto entre las personas que trabajan con él o
ella. “Esto es importante, porque cuando existe esa relación se generan las
innovaciones, pues se logra socializar el conocimiento. Pero también debe
reconocer el conocimiento en las personas y valorarlo. Aun cuando es un líder,
debe concebirse también como un integrante del equipo”, dice Mónica Henao,
especialista en Gestión del Conocimiento, Tecnología e Innovación en
Universidad EAFIT.
Uno de
los aspectos más claves según quienes conocen de cerca cómo se gestiona la
innovación, es la capacidad de observación y análisis del mercado. “Se tiene
que ser lo suficientemente sensible para conocer las necesidades de las
personas: qué los motiva, con qué dilemas se enfrentan y cuál es la mejor
manera de ayudarlos”, dice Rachelle Neumann, Líder Comunicación Corporativa Philips América Latina.
Esto no
es menor, sobretodo, cuando la innovación es motivada para mejorar la calidad
de vida y resolver problemas futuros.“Se necesita perspicacia y visión para ser
capaz de percibir lo que será la futura necesidad de una comunidad específica,
basado en tendencias pasadas y actuales”, opina Ankur Prakash, Vice Presidente
y COO de TCS América Latina.
Fotografía:
www.coloribus.com
Señor
coraje
Las
primeras fases de estos proyectos, donde suelen ser cuestionados por su, a
simple vista, escasa viabilidad, cuando a los CEO o encargados de estas mejoras
les toca defenderá fuego tales iniciativas. No es simple, se requiere de
coraje. “Un líder innovador tiene que ser transgresor y valiente para enfrentar
las dificultades que ello implica. Es una capacidad”, explica Edgar Cateriano,
experto en Innovación y director del Diplomado en Innovación de ESAN.
Y tan
pronto como estos proyectos son aceptados, se necesita motivar a un equipo, de
modo, de hacer ver para dónde se quiere llegar y de qué forma se hará. El líder
no puede ser el único encargado de dar soluciones, sino debe encargarse de
orientar a los otros y para eso necesita una energía especial. “Esto para
animarlos a que planteen ideas y piensen en cómo pueden lograr la innovación
deseada. El objetivo es que todos vayan por el mismo camino y sientan la
importancia de innovar”, explica Rodrigo Correa, gerente de PayRoll Capital Humano.
Una vez
que se están realizando las operaciones para ejecutar la mejora, es posible que
se genere ansiedad de parte de los trabajadores. Y el jefe tiene que regular la
ansiedad de sus trabajadores. “Todo con el fin de descongelar al equipo de sus
propias creencias y paradigmas para que puedan cambiar y lograr un punto ideal
de funcionamiento. Eso requiere que el guía conozca bien a sus colaboradores y
entregue un feedback constante”, dice Correa. Algo que también requiere de una
visión clara y decidida de parte del líder.
Pero, la
innovación que no genera valor, no es innovación. Uno de los sellos
de la innovación consiste en apegarse a las necesidades de las personas, con
una primera etapa de invención y una segunda de ejecución. Para ello se
requiere ser realista y soñador. “Debe ser lo suficientemente realista para
aterrizar las soluciones a las necesidades de la empresa y el consumidor, y que
tengan viabilidad, y lo suficientemente soñador para canalizar estas
necesidades en ideas innovadoras que rompan esquemas”, dice Neumann.
Innovar
no es para eficientes
El dilema
para el innovador es cómo serlo mientras trabaja en una industria que exige
eficiencia. “Los consultores le hablan de innovación a trabajadores que tienen
fases de trabajo de dos semanas. Entonces si se les dice que hagan un alto e
innoven, se complican porque siendo eficientes sobreviven. En este ambiente es
difícil. Este es el desafío de gerentes generales, pues saben que al potenciar
innovadores se invierte en ineficientes”, dice Carlos Albornoz,
profesor-investigador de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad
del Desarrollo.
Sin
embargo, las empresas intentan poner en práctica procesos de gestión de la
innovación sin conocer, a veces, su punto esencial. Algunas disponen de unas horas para que los
empleados piensen en nuevas ideas para luego ser evaluadas. Otras crean parques
tecnológicos y oficinas de innovación, que funciona como un espacio donde los
trabajadores tienen la habilidad de cuestionar el statu quo, piensan
lateralmente y se dedican exclusivamente a innovar. Lo importante aquí es que
por cada 10 errores habrá un acierto que pagará con creces las supuestas
ineficiencias.
Por ello,
cuando se trata de implementar áreas de gestión de nuevos negocios e
innovación, Albornoz es claro y recomienda “conocer si la empresas es más
eficiente o creativa, etc. Porque hay mucho consultor vendiendo innovación en
compañías que se basan únicamente en el paradigma de la eficiencia”.
Así
gestionamos innovación
Tanto en
Philips como en Tata Consultancy Services América Latina (TCS) llevan a cabo la
gestión de la innovación. En el caso de Philips, que fue fundada en 1914 y
actualmente cuenta con más de 130 mil patentes creadas, “los líderes manejan no
sólo proyectos internos, como colaboraciones privadas y públicas con
universidades, institutos y otras empresas, sino también incorpora experimentos
nuevos como crowd-sourcingy redes sociales para generar nuevas soluciones
tecnológicas”, relata Neumann.
En
consecuencia, en Philips tienen directrices tales como: poner a las
personas en el centro de la idea, considerar ideas innovadoras abiertas,
ajustar las ideas de innovación a las demandas globales y a las necesidades
locales, y finalmente brindar innovaciones sorprendentes. “Además, la empresa
cuenta con recursos dedicados y un centro de investigación diseñado en
desarrollar innovaciones que buscan mantener las soluciones de Philips a la
vanguardia”, agrega Neumann.
En el
caso de TCS, la empresa permite que los líderes participen en diferentes
eventos y foros donde puedan discutir de situaciones actuales e intercambiar
ideas con otros CEO de la industria. “También existen herramientas internas que
actúan como repositorio de ideas diversas que se crean a través de la
organización, y que pasan por un proceso sistemático de evaluación y selección
por parte de los líderes para que se conviertan en productos innovadores. Son
parte de esto "Ideamax" y los marcos como "COIN (Co-Innovation
Network) ayudan a los líderes a convertir ideas innovadoras en activos tangibles”,
dice Prakash.
Aunque
algunos creen que el perfil del líder en innovación no ha cambiado ni cambiará,
sino que más bien se adecuará a nuevas necesidades, como la aceleración de los
ciclos de producción, que obligan a renovar un productos en menos tiempo que
hace años cuando tardaba una década este proceso, existen ciertos propósitos
que aún se esperan mantener. “Hay patrones de comportamiento que llevan a las
empresas hacia la innovación y al éxito, no porque el líder esté ahí, sino
porque se ha mantenido en el tiempo una cultura innovadora. No se forja sólo
mediante una campaña de comunicaciones internas, se logra por medio de la
persistencia. Repitiendo y repitiendo hasta que ya es parte de uno”, dice
Cateriano.
DATO: Artículo extraído de la Revista Virtual América Economía http://mba.americaeconomia.com/articulos/reportajes/como-deber-ser-un-lider-innovador
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